El mundo globalizado del siglo XXI presenta muchos retos y desafíos en la cotidianidad de los alumnos, quienes requieren el desarrollo de varios tipos de saberes, como los ha definido la UNESCO: saber ser, saber hacer, saber convivir. Integrar los conocimientos, habilidades y valores necesarios para ello, implica un gran esfuerzo de padres y maestros. Cada vez es menos frecuente que un profesor se limite simplemente a exponer un tema en clase. El avance del conocimiento y la innovación en los modelos educativos están obligando al ejercicio de más de un papel en la docencia: facilitador del aprendizaje, tutor, orientador educativo, diseñador de materiales didácticos, elaborador de instrumentos de evaluación, etc.
En la actualidad se comenta de la novedad sobre las competencias en todos los ámbitos de la vida desde el social, económico, político y desde luego educativo. Citando a Sergio Tobón en Aspectos Básicos De La Formación Basada En Competencias, refiere:” El enfoque de competencias implica cambios y transformaciones profundas en los diferentes niveles educativos, y seguir este enfoque es comprometerse con una docencia de calidad, buscando asegurar el aprendizaje de los estudiantes, las competencias son la orientación fundamental de diversos proyectos internacionales de educación, ya que constituyen la base fundamental para orientar el currículo, la docencia, el aprendizaje y la evaluación desde un marco de calidad, ya que brinda principios, indicadores y herramientas para hacerlo, más que cualquier otro enfoque educativo.”
Por eso las autoridades de educación en México han tenido que hacer cambios y reformas que tienen como objetivo cubrir las nuevas necesidades de este mundo cambiante. Hacía falta reorientar el modelo, este que tiene gran esfuerzo, tiene que ir acompañado de un cambio en la práctica de los docentes para ser congruentes con el proyecto.
El perfil del docente para el siglo XXI.
Cabe señalar que dentro del perfil del docente sean capaces de transmitir los saberes, de tal manera que no haya ambigüedad y los objetivos sean claros y bien establecidos, profesores comprometidos con su quehacer educativo respondiendo efectivamente y con responsabilidad ante el reto que la sociedad está demandando.
Es preciso que los profesores comprendan qué es lo que puede ayudar a los estudiantes a aprender de todas esas formas diferentes. Para que los estudiantes puedan desarrollar las competencias genéricas, es necesario que los docentes también aprendan y desarrollen las competencias que no corresponden y cambiar el actual modo de impartir clases, ya que no se trata de impartir conocimiento sino de “enseñar”.
Para hablar de las competencias docentes hare referencia de Philippe Perrenoud en La Formación del Docente en el Siglo XXI en el que plantea:
“Estamos seguros de que los profesores capaces de enseñar estos saberes deben no sólo adherir a los valores y a la filosofía subyacentes pero, aún más, disponer de la relación con el saber, la cultura, la pedagogía y la didáctica, sin las cuales este hermoso programa sería letra muerta”.
Dado lo anterior, el docente debe ser:
Modelo
de aprendiz
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Aprendiz
de nuevas estrategias, técnicas, de nuevos enfoques y destrezas que propicia
un mundo globalizado, competitivo y especializado características propias de
la era del conocimiento.
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Líder
moderno
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Que dirige, orienta, da
sentido y fortalece el esfuerzo de sus alumnos, conduciéndolos a una sociedad
con mayor libertad, con múltiples alternativas pero también cargada de
incertidumbre en la cual como diría Heráclito: lo único permanente es el
cambio.
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Cuestionador
e investigador
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Que enseñe a pensar, a descubrir, a
formular, a buscar.
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Filósofo
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Amigo de la sabiduría y del
conocimiento, buscador intelectual que adecue las teorías y modelos a una
realidad concreta.
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Visionario
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Que construya proyectos futuros integrales
que ubiquen y motiven el quehacer de los alumnos en este mundo, con una
concepción de lo que es el ser humano, sus posibilidades y trascendencia.
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Formador
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De las generaciones por venir, de las
nuevas familias, comunidades, empresas e instituciones.
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Maestro de la vida
|
Que ponga en el centro de su vocación los
valores humanos, solo así esta tendrá sentido y podrá recobrar el lugar
social que le corresponde a lado de los transformadores y forjadores de la
sociedad.
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Lo anteriormente descrito es una sugerencia y no se deberán descuidar algunos aspectos didácticos que con respecto a la función del docente y un modelo basado en competencias se sugiere consolidar.
Aspectos como:
______________________________________________ |
Lograr
claridad en los objetivos de aprendizaje.
_______________________________________________ |
Propiciar
condiciones favorables para el logro de aprendizajes significativos.
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Seleccionar
y proponer estrategias diversas para lograr los objetivos.
_______________________________________________ |
Tomar en
cuenta las dificultades que se presenten y ajustar los objetivos a las
posibilidades reales del grupo.
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El compromiso del docente ahora es hacer que los estudiantes logren aprender. El aprendizaje conlleva a la adquisición de conocimientos, que pueden ser de tipo memorístico, pero también a un conjunto de habilidades, destrezas y actitudes. Esta es la definición del aprendizaje de competencia, es decir la competencia es el desarrollo de la apropiación de la realidad vinculada con el conocimiento, donde el estudiante es capaz de establecer relaciones entre estos y el entorno en el que vive o se desenvuelve.
La responsabilidad de enseñar y ayudar a desarrollar estas competencias recae directamente en los docentes y en la forma de enseñar y abordar los contenidos. El cambio se deberá hacer a nivel del aprendizaje que sea a través de problemas y situaciones reales que permitan a los estudiantes ser reflexivos y críticos, pero siempre en un ambiente donde los valores universales estén presentes, con sentido ético.
La responsabilidad de enseñar y ayudar a desarrollar estas competencias recae directamente en los docentes y en la forma de enseñar y abordar los contenidos. El cambio se deberá hacer a nivel del aprendizaje que sea a través de problemas y situaciones reales que permitan a los estudiantes ser reflexivos y críticos, pero siempre en un ambiente donde los valores universales estén presentes, con sentido ético.
Las competencias de los docentes Perrenoud
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Si los profesores están
enfrentados, en una gran proporción, a clases agitadas, imponer la calma debe
ser una competencia de los docentes.
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Si los alumnos se resisten, no
invierten, movilizarlos y provocar en ellos las ganas de aprender debe ser
una competencia de los docentes.
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Si los alumnos viven una doble
vida, por momentos niños o adolescentes en la escuela, por momentos adultos
en la sociedad, tomar en consideración esta situación debe ser una
competencia de los docentes.
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Si su relación con el saber y con
el mundo les impide dar sentido de manera espontánea a los saberes y al trabajo
escolar, ayudarles a construir este sentido debe ser una competencia de los
docentes.
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Si los programas están a años luz
de los alumnos, adaptarlos, aligerarlos debe ser una competencia de los
docentes.
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Con estos ejemplos queda de manifiesto que los docentes tienen mucho que aprender y desarrollar; ya que el docente de hoy, por las exigencias de su práctica, es un profesional que toma decisiones, flexible, libre de prejuicios (actitud de anteponerse y rectificar a tiempo), comprometido con su práctica porque reflexiona sobre la misma y le aporta elementos de mejora. (TEJADA; 1995). De acuerdo a la actitud que se tenga para aceptar los cambios, desafíos y que se pongan en prácticas es lo que harán la diferencia.
Conclusión.
“La calidad de un sistema educativo se basa en la calidad de sus docentes. La prueba
de que contar con las personas más aptas para ejercer la docencia resulta esencial para alcanzar un alto desempeño es tanto anecdótica como estadística.” (Mckinsey 2007)

Los docentes deben de estar decididos y
convencidos de los beneficios que esto trae a la educación y formación, no sólo
de alumnos, sino verlo como el cambio favorable en todo individuo. Los docentes deben comprometerse, con
responsabilidad y entusiasmo a prepararse, tomar cursos, organizaciones en
academias, ya que también tiene el compromiso de mejorar día a día su
planeación. Una vez que se tenga reconocidas y establecidas las diferencias
individuales de los estudiantes, se debe atender sus necesidades de aprendizaje
mediante el diseño, puesta en práctica y evaluación de diversas actividades de
enseñanza con el apoyo de recursos didácticos; además es necesario que valoren
también su actuación docente, de forma que se pueda él auto evaluar y el mismo
pueda concebir la manera que está trabajando si es para bien o no.
Referencias:
• DE LA GARZA, G. (2003) “La evolución del encargo docente. Las funciones del maestro en el siglo XXI” en Ethos educativo 27. Mayo-agosto pp. 25-33. México.
• Olivé León, Pérez Ransanz Ana Rosa (2003), Las sociedades humanas en el siglo XXI: Complejidad, incertidumbre y desafíos, Instituto de Investigaciones Filosóficas, UNAM, p.2.
• Sergio Tobón (2006) Aspectos Básicos De La Formación Basada En Competencias, Talca: Proyecto Mesesup.
• Perrenoud P., Diez nuevas competencias enseñar . SEP-BAM, México. 2004, pp. 7-16
• Zabalza Miguel A. (2003). Competencias docentes del profesorado universitario. Narcea, España. Recuperado: el 04 de abril de 2013:http://telesecundaria.dgme.sep.gob.mx/formacion/interior.pdf
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